Parte de la medicina que se ocupa de los enfermos críticos (EC), caracterizándose éstos por presentar alteraciones fisiopatológicas que comportan un nivel de gravedad que representa una amenaza actual o potencial para su vida. Al mismo tiempo, los EC han de ser susceptibles de recuperación. A partir de aquí, las características básicas que definen al EC son cuatro: el nivel de gravedad (estado crítico), la reversibilidad potencial de la enfermedad, la asistencia y los cuidados de enfermería continuos y la necesidad de un área tecnificada (UCI o similar).

Tradicionalmente, el ejercicio de la ‘medicina intensiva’ se realiza dentro de las unidades de cuidados intensivos (UCI) o en áreas similares. Más modernamente, se ha sustituido la atención en la UCI por la atención del EC allá donde éste se encuentre; es decir dentro o fuera de la UCI (unidades de cuidados intermedios, urgencias, sala hospitalaria, reanimación e, incluso, en medicina extrahospitalaria.

El ejercicio de la ‘medicina Intensiva’ se realiza en íntima conexión con especialidades médicas (cardiología, endocrinología, hematología clínica, medicina interna, nefrología, neurología, patología digestiva…) y quirúrgicas (angiología y cirugía vascular, cirugía cardíaca, cirugía general y del aparato digestivo, cirugía máximo/facial, cirugía ortopédica y traumatología, cirugía plástica, cirugía torácica, neurocirugía, urología…); y también con farmacia hospitalaria, microbiología, laboratorio, pruebas de imagen y medicina nuclear.