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El agotamiento laboral extremo no es solo una sensación pasajera. Cuando el estrés crónico en el entorno laboral supera nuestra capacidad de afrontamiento, puede desembocar en el llamado síndrome de Burnout, también conocido como el síndrome del trabajador quemado. Este problema de salud mental, reconocido por la Organización Mundial de la Salud, afecta cada vez a más profesionales, sobre todo en sectores exigentes como la sanidad, la educación o el ámbito corporativo.

"La persona con Burnout no solo está cansada: está emocionalmente agotada, se siente desconectada de su trabajo y tiene la percepción de que su rendimiento ha disminuido", explica la Dra. Rocío Rosés, jefa de la Unidad del Psicología del Centre Mèdic l’Eixample Sagrat Cor. "No se trata de un mal día, sino de una situación sostenida en el tiempo que afecta la salud mental y física del trabajador".


Señales que no deben ignorarse

Aunque puede manifestarse de forma distinta en cada persona, hay algunos síntomas comunes que pueden alertar de la presencia del síndrome de Burnout:

  • Cansancio constante, incluso tras haber descansado.

  • Falta de motivación o desinterés por tareas antes gratificantes.

  • Irritabilidad o cambios de humor frecuentes.

  • Dificultad para concentrarse o tomar decisiones.

  • Sensación de fracaso o inutilidad

  • Dolores físicos sin causa aparente, como cefaleas o problemas digestivos.

Estas señales, si no se abordan a tiempo, pueden derivar en trastornos de ansiedad, depresión o incluso en absentismo laboral prolongado.


¿Por qué se produce? Prevenir para no quemarse.

El Burnout suele aparecer como respuesta a un entorno laboral con altas exigencias y pocas recompensas o reconocimiento. "Cuando se normaliza trabajar más horas de las pactadas, no se respetan los descansos o no se promueve un clima saludable entre compañeros y superiores, el riesgo de agotamiento aumenta", apunta la Dra. Rosés

El teletrabajo, pese a sus ventajas, también ha difuminado los límites entre la vida personal y profesional, lo que en muchos casos ha intensificado esta problemática. La buena noticia es que el Burnout se puede prevenir. Para ello, es fundamental que tanto las organizaciones como los trabajadores tomen conciencia y actúen con responsabilidad.

"Fomentar un entorno laboral sano, con comunicación abierta y objetivos realistas, es clave", añade la especialista. "Pero también es importante que cada persona aprenda a detectar sus propios límites y a priorizar su bienestar".


7 recomendaciones para evitar el Burnout

  1. Establece límites claros entre tu trabajo y tu vida personal. Apaga el ordenador y desconecta del correo fuera del horario laboral.

  2. Organiza tus tareas por prioridades. No intentes hacerlo todo a la vez.

  3. Tómate pausas reales durante la jornada. Levántate, respira, sal a caminar unos minutos si puedes.

  4. Aprende a decir no. Asumir más de lo que puedes manejar es una vía rápida hacia el agotamiento.

  5. Fomenta relaciones sanas con tus compañeros. El apoyo social es un gran protector frente al estrés.

  6. Cuida tu descanso, alimentación y ejercicio. El cuerpo y la mente están estrechamente conectados.

  7. Busca ayuda profesional si lo necesitas. Psicólogos y psiquiatras pueden ayudarte a gestionar la situación antes de que se agrave.

El Burnout no es una debilidad ni algo que se pueda ignorar. "Hay que reconocer que no poder con todo no es un fracaso: es un primer paso hacia el autocuidado y la recuperación", concluye la Dra. Rosés.